Miré la casa de mi vecino durante quince años mientras vivía en Saleres y siempre pensé que sería un buen proyecto de renovación. Ahora ha salido al mercado y alguien tendrá la oportunidad de hacer esa renovación.
Justo en las afueras del pueblo, mirando hacia el desfiladero de Albuñuelas, tiene unas de las mejores vistas del valle. Si el techo se reemplaza por una terraza, podrías sentarte a contemplar las vistas, y no querrías levantarte de ahí jamás.
Al entrar a la casa te encuentras en un pequeño vestíbulo con chimenea que la hace increíblemente cómoda y acogedora. Desde allí por el pasillo se encuentra primero la gran cocina y más adelante lo que era el antiguo establo, pero que podría convertirse en otro dormitorio o salón según se desee.
Subiendo las escaleras hay tres dormitorios y el baño. El dormitorio principal es sorprendentemente grande y luminoso.
Esta no es una casa pequeña, ya que mide 138m2, pero sobre todo ofrece una gran oportunidad de adquirir una casa en una calle encantadora.